jueves, 13 de diciembre de 2012

Ja pi verdei tu yu Fredi


Hace dos años me dijiste el día de tu cumple que porqué no te había escrito un ‘Japi verdei tuyu’ y te dije claramente que porque no me apetecía, ahora ha llegado el momento.


Normalmente empiezo siempre hablando del día que nos conocimos pero la verdad es que no tengo ni la más remota idea de cual fue el primer día que te vi, ni si quiera te puedo decir con exactitud la época (hace 5 años más o menos). No se si será por mí memoria de pez como hamburguer con queso (que en paz descanse) o es que andábamos un poco ebrios en ese momento. Lo que si es verdad es que a pesar de no tener ni idea de donde saliste ni porqué razón te empecé a ver de vez en cuando, te unías a los planes que hacíamos. Según unos estudios de la Universidad de Prixton la primera foto (fuente de información: Tuenti) en la que salimos juntos data del 27 de abril de 2008 en una caximbada, al estar invitado a una caximbada los estudiólogos deducen que ya nos conoceríamos de meses antes. Estamos muy imberbes.



Hemos vivido muchas cosas juntos, por eso escribir un resumen de todo es más difícil que una feria sin rebujito (en realidad no quiero admitir que con mi memoria no me acuerdo ni lo que hice la semana pasada).

En el apartado viajes tenemos que empezar con Londres. Aquella aventura que hicimos en marzo de 2009 Fernando, Oso, un desconocido Rorro y yo. Botellón en el aeropuerto, un gran hostel con cocina para los enanitos de blancanieves, el osito feliz, el encuentro con Robbie Williams, intentar colarnos en el estadio del Arsenal con un bonobus de Sevilla, Palacios con poca importancia porque todos son iguales, Soskia, noches de borracheras con club de la oreja, gente meando en lavabos, Pili F, las italianas en el metro, la masiva compra de ropa deportiva…


Dentro de estos viajes de después de los exámenes de febrero se nos chafó el de Fez en 2011 que suspendimos por la Primavera Árabe, a pesar de que el Oso y yo estábamos dispuestos a cubrir las noticias. Murieron 4 personas en Fez los días que íbamos a estar nosotros, sabía decisión. Aunque ese mismo año terminamos en visita alcohólica a Granada y su fiesta de la primavera. Aunque tú solo estuviste un día nos dio tiempo a tomar caipiriña rusa con media España, a que yo me rompiera una mano, la aparición de gente conocida, el barbecho de garrafón, los viejos en el bar…



El último viaje de febrero ha sido el de Roma de este año visitando al Oso que estaba de Erasmus. Vivir una semana al ritmo Erasmus es lo peor para el cuerpo. Alcohol, alimentación a base de arancinis, viaje a Florencia (creo que viniste pero no te recuerdo mucho por allí xD), alcohol, perdidas de conocimientos por culpa del absenta, visita de monumentos (bueno tú eras más de la noche), italianos refregando su churra en ciertas personas, el rapado del Oso, alcohol, todas las noches que dormiste conmigo en el restform, el autobús gratuito (a ver si Tussam aprende), metidas de mano en pleno salón y se me olvidaba, sobre todo mucho alcohol.



No podemos olvidar la excursiones surrelistas exprés. Visita al Decatlón con el coche apunto de caerse por un barranco, ir al Rubio a comprarnos unos pantalones y terminar bebiendo Chinchón (que solo sabíamos que existía por la vieja de Aquí no hay quien viva), el accidente con el clan de gitanos cuando íbamos a Mazagón a ver los carnavales, la ruta gastronómica por Aracena y Halloween en Islantilla, entre otros. Pero sobre todo si me tengo que quedar con uno me quedo con esa visita al Rocío dos o tres días antes de fin de año. Con el rally por el Rocío, el ron, la visita a todas las casas posibles, encontrarnos a gente cada dos por tres, la disgregación de todos, un gran viaje exprés para recordar.

Un momento clave en nuestras vidas siempre fueron las caximbadas (que están en peligro de extinción). Empezaron en el Porvenir con esas llamadas a Lidia y a Claudio de Vodafone. Tú ponías el móvil, bonita época aquella en la que tenías saldo. Ha habido caximbadas de todo tipos, desde caximbadas íntimas con poquita gente, Fernando, Sarmi, enrique tú y yo con el nacimiento del dulce de vodka, hasta caximbadas 28 horas con orgías y potas en camas y su respectivo lamentable intento de cubrirlo. Días de música fuerte y hablando de la vida, otros días con esos campeonatos de pros (se echan de menos) pero siempre con un buen rollo impresionante entre todos.


Caximbadas especiales como los distintos Premios Oreja, o la caximbada 2012 en la que se colaba todo el mundo hasta un alemán cuya procedencia sigue siendo un misterio, al igual que el olor a naranja en toda la casa al día siguiente con esos gajos tirados por el suelo. Eso sí las caximbadas después tienen un trabajo de recogida en el que casi siempre me has ayudado, no todo va a ser fiesta. Tampoco se nos puede olvidar las cenas de fin de año, las que viniste y las que decías que venías y a las 9 de la noche decías que tu madre decía que teníais que cenar en familia. No podemos olvidar el año nuevo de 2011 que cuando terminó la fiesta nos vinimos unos cuantos a seguir bebiendo a mi casa, te fuiste a trabajar empalmando, nosotros te visitamos y ganamos un bingo mientras hacíamos tiempo para que salieras.


También tenemos recuerdos musicales. El concierto multitudinario de Antonio Orozco en zona vip con su legendario gratuito. La actuación de David de María en el barco a la que llegamos tarde y donde justo después de la actuación nos echaron, pero eso nos llevó a conocer a David de María y que nos confundiera con músicos. Está confusión de David de María nos hizo plantearnos nuestras carreras en el mundo de la música y estuvimos cantando a modo de karaoke toda la noche, de ahí salió “Se llama copa” (vídeo que dejo al final del post). Concierto de M Clan en la sala Q y el concierto del Tiziano Ferro ese como se llame, Iván Ferreiro, bueno el triste ese corta venas que te gusta a ti. No puedo olvidar la Visita al Falla en unas preliminares, tú con fiebre el coche haciendo un ruido raro, pero llegamos bien (sigue estando la caja de nolotil en mi coche desde ese día (enero de 2011), y eso que he cambiado de coche).


Por supuesto no podemos olvidar la vida nocturna. Cuando terminábamos bebiendo Martini o lo que fuera en tu portal de Felipe II, anda que no ha llovido nada compadre. Eso era al principio cuando solo nos veíamos por botellones y barriladas. Cuando vivías en el centro e iba yo a visitarte por las noches con una botella de Toro, eso si era vida. Aquella nochebuena que estuvimos por la tarde en Torero y después nos vimos en la calle Betis por la noche.


Aquellos días que nos relíabamos de tarde, como el día que Fede se trajo un chino, no paraban de llover botellas de ron. Ese remenber Londres conociendo al gran Juanillo, a Tormenta y con un gran relío hasta altas horas. De hecho de allí nos fuimos a la happy hour del fridays al día siguiente. Y no podemos olvidar esas conversaciones de la vida hasta altas horas.


Las visitas a Mazagón como en el cumple de mi hermana. O el verano pasado cuando estábamos en mi casa jugando al pro y apareció Pili con mi tía borrachas y nos incitaron a la lujuria y el desenfreno (a beber, que nadie piense mal). Aquella feria de Mazagón con niñas de 12 años fornicando en pinos o llegando a las 6 de la mañana a la feria por estar jugando borrachos al Ferrocarril con mi abuela. No se nos puede olvidar aquel fin de semana de hogueras de San Juan que nos relíamos al máximo y terminamos Rorro tu yo bañándonos en la piscina como dios nos trajo al mundo, gran momento si señor.


También nos han unido momentos futbolísticos. Es una de las cosas que nos hizo que nos juntaramos mucho, ir a ver distintos partidos. Ir a un estadio creo que solo hemos ido una vez a un Recre-Málaga de hace mil años. Pero sobre todo no podemos olvidar ese Mundial de 2010 viendo los partidos en tu casa con las litros y los mini fredis dando vueltas. Después de cada partido salíamos como si fuera la final. Y llegó la final, con momentos inolvidables como ese “goooordooo de Iniesta”.



No podemos olvidar distintas fiestas cumpleañeras. Aquellos cumpleaños de Myriam, aquel día en la que un negro le restregó la chorra a rocío o ese magnífico cumpleaños de Sabina, que fiestón. Tus cumpleaños de los cuales creo ser la única persona que ha ido de manera ininterrumpida desde al año 2009, aquel cumpleaños extraño que celebraste en las escaleras de Malandar. O aquella fiesta en la que el Oso y yo nos llevábamos horas hablando con tu padre. Aquel discurso de los unos pájaros que vuelan, es mítico ya. Mis diferentes cumpleaños, como el de la foto, que es curioso ver la gente que estaba ese día.


Fíjate si hemos hecho cosas juntos que hasta hemos sido compañeros de trabajo, buenos momentos echamos en el Fridays. Me dejaré muchas cosas en el tintero, más o menos estas son las primeras cosas de las que hemos vivido juntos que se me han venido a la cabeza. Espero que leyendo estos recuerdos los recuerdes con alegría y no solo hoy que es tu cumple, dentro de unos años cuando lo vuelvas a leer recordaras estos momentos con más ilusión. Espero que nos queden muchas cosas por vivir y no solo nos queden recuerdos como estos.

Por último decirte que aunque ya lo sabes eres como un hermano para mí, no lo olvides nunca. Lo único que no me gusta es cuando nos enfadamos que son demasiadas veces, pero bueno siempre se ha dicho que los hermanos se pelean mucho. Cuando estoy embajonado por cualquier cosa con el solo hecho de saber que estás ahí se me pasa. Espero que eso siga siendo así siempre y que siempre que necesites a alguien para hablar cuentes conmigo. Espero que esto no te haya parecido un peñazo y al menos te haya hecho sonreír una vez. ¡Felicidades hermano!